El comienzo

Ya por fin he comenzado el proyecto de las 100 miradas… pero he comenzado con algo fácil, sin desconocidos por ahora. Y si el comienzo del blog lo hice con un amanecer, ¿qué mejor que hacer el comienzo de este proyecto con la sabiduría de una persona mayor, y la novedad y vitalidad de una personita nueva? De vez en cuando pondré algunos retratos más… pero evidentemente no los pondré todos, ya que se supone que serán 100 en total, a lo largo de este año, y no quiero saturar demasiado el blog con este tema. Donde seguramente si los ponga, será en el álbum Miradas de flickr.

La importancia del momento

Siempre he sido una persona bastante perfeccionista, y este aspecto mío también lo he llevado al ámbito de las fotos. Por este motivo, para mí una foto debe de salir lo más nítida posible. A ser posible que en un retrato se vean hasta los poros de la piel ;) Pero poco a poco me he ido dado cuenta, de que no siempre se dispone del material necesario para hacer la foto que se visualiza… por ejemplo, cuando sales a la calle con la cámara a ver que te encuentras, y ves un fondo perfecto para un retrato… pero no llevas tu equipo de strobist… te tienes que conformar con una foto a pulso, sin trípode, y con un flash de relleno sobre la cámara. Aún así, es mejor tener esa foto, que perder el momento. Muchísimas veces se dan estas situaciones, donde el momento importa más que la calidad en sí de la foto, y eso es lo que cuenta al final. Si bien las fotos de esta entrada no son tan importantes por el momento; las expresiones captadas y el fondo si que me gustan mucho. Por ejemplo, la foto que representa esta entrada se tiró con una