Tokyo Sky Tree II: Tokyo nocturna

Una ciudad como lo es Tôkyô no se puede observar en su totalidad sin una vista aérea donde se vea en toda su magnitud, donde los edificios se pierdan en el horizonte, donde el tan solo mirar por la ventana te haga sentirte insignificante ante el vasto panorama. Ya que el otro día enseñaba la torre más alta de Tôkyô, la Sky Tree, hoy os enseño un poco las vistas que hay desde sus miradores. Concretamente lo que se ve, por ejemplo, en la foto sobre estas lineas, es el río Sumida (el principal de la ciudad), la tradicional zona de Asakusa abajo a la derecha, y la gran zona de rascacielos al fondo, Roppongi, junto a la Torre de Tôkyô a la izquierda. A medida que subimos por la torre podemos ver la impresionante ciudad desde otra perspectiva. Y es que al igual que la Torre de Tôkyô, la Sky Tree tiene miradores a dos alturas diferentes. Mientras el primero está a 350 m. el segundo nos sitúa en los 450 m. de altura. A diferencia de la primera, la Sky Tree, por ser considerada aún una novedad, se necesita día y hora para subir (por el uso del

Mi nueva ciudad

Tôkyô, 東京, Capital del Este. 13.572 km2 divididos en 23 distritos con más de 13 millones de habitantes. Poco a poco voy notando que se va convirtiendo en mi nueva ciudad. Cada día la puedo sentir un poquito más mía. Hace unos años salí de Málaga para irme a Barcelona y allí estuve más o menos 3 años viviendo. Aunque me gustó como lugar y el hecho de estar en una ciudad más grande me mostró nuevos horizontes, nuevas personas (y algunos viejos conocidos), más eventos, más cultura… nunca sentí que fuese mi ciudad. Barcelona era una ciudad prestada. Vivía y trabajaba allí. Hacía mi vida cotidiana, iba y venía, visitaba sus alrededores. pero nunca la terminé de adoptar como mía. ¿Era feliz? Es posible, pero no especialmente por la ciudad. Por supuesto, significó un cambio a mejor viniendo desde una ciudad más pequeña como era Málaga, pero nunca fue algo que llegase a considerar especial, por muchos edificios emblemáticos que tuviese. Aquí sin embargo las sensaciones son distintas. Por mucha barrera que haya, idiomática, cultural… hay detalles del día a día hacen que quiera quedarme aquí indefinidamente. El contraste de los grandes edificios, sus aglomeraciones, zonas donde miras hacia arriba y casi