… viene la calma

¡O eso espero! ¡ Qué el refrán del título sea verdad! Porque ya hace más de dos meses que no doy señales de vida, pero sigo vivo! Hoy escribo algo bastante más personal de lo estoy acostumbrado, pero después de las cosas que han pasado, en parte tengo ganas de hacerlo. El motivo ha sido un mes en el que me he encontrado bastante desganado para hacer cualquier cosa, con lo que no tenía ganas de escribir por aquí, más otro mes en el que poco a poco he ido recuperando las fuerzas (literalmente) y me han ido entrando ganas de hacer todas las cosas que no hice en el primer mes, resultando en no tener tiempo para escribir por aquí. Y todo debido a un trágico día en el que empecé a encontrarme mal y eché hasta la primera papilla debido al dolor, acabando en una ambulancia camino del hospital mientras se me paralizaban los músculos del cuerpo por culpa del dolor :) Suena bien, verdad? Bueno, lo mejor es que ante la falta de darme un diagnóstico certero, me operaron de lo que creían que podía ser la causa (apendicitis), pero según me he ido encontrando después creo que