Como buena serie de Fibonacci, la entrada de hoy es el resultado de la suma de las dos últimas entradas. Y es que, después de hablar del Tengu Matsuri en la celebración del Setsubun y haberla retratado en plan turista (con vídeo incluido), hoy quería aportar otra visión que quise captar en ese evento.
Como ya conté, ese día había una especie de procesión en las calles del distrito comercial de Shimokitazawa. Procesión formada por decenas de personas vestidas acordes a la ocasión y algunas incluso disfrazadas para representar al demonio Tengu. Esas personas son las que hicieron posible el festival y hay que decir que algo que me llamó mucho la atención era el ambiente que había. Y no el ambiente en las calles, que también, sino el ambiente y las sensaciones que emanaban dichas personas.
Y es que se podía ver en sus caras que disfrutaban con la representación. Algunos concentrados llevando a cabo la tarea que les había sido encomendada, y otros ofreciendo su mejor sonrisa incluso a demonios blancos como yo, venidos de occidente con aparatos embrujados que roban el alma.
Y como dije en la entrada anterior, no siempre voy a retratar las calles y los eventos que me encuentro con el ojo de un turista porque aún echo de menos este tipo de fotografía. Fotografía en blanco y negro. Fotografía de pequeños detalles. Fotografía de gestos y miradas. Fotografía que exprese sin la necesidad de palabras…
Por ese motivo, hoy voy a dejar que sean las siguientes imágenes las que hablen.
Preciosas! parecen escenas sacadas de una película de antaño!
Gracias Manuela!
Desde luego tus comentarios siempre me animan :D (y se agradecen un montón!)