Erase una vez un día en el que estaban unas campechanas chicas del gran pueblo de Roma divirtiéndose en la orilla del mar cuando de repente llegó un forastero del siglo XXI con una cámara y les pidio que amáblemente posasen para él.
Ellas accedieron y se apresuraron a complacerlo.
Este es el resultado.
La verdad es que fue una suerte encontrármelas y que fuesen tan simpáticas y amables para que les hiciese unas fotillos.
Ahora después de un tiempo ya… puedo colocar las fotos. Siento el retraso chicas!
Este encuentro se tornó en una sesión improvisada con el 24-70 y mi 5D Mark II. Las condiciones no eran las mejores pero tampoco eran malas, porque el sol ya estaba cayendo y la luz no era tan dura como en otras ocasiones.
Además, como se puede apreciar en la foto de arriba el cielo tenía unas nubes bastante bonitas, ¿no? :)
Cuando me encuentro con ocasiones como estas no puedo evitar pensar en lo que me gustaría tener uno o dos flashes con su caja de luz o paraguas a mano, y lo diferente que habrían podido salir las fotos a estas, que se hicieron en 5 minutos de reloj (si no me creéis mirad los datos EXIF jeje), si hubiesen sido preparadas en una sesión como Dios manda…
Pero la verdad, es que tampoco puedo quejarme, que para ser 5 minutos (porque las chicas tenían prisa), no tener nada de preparacion ni tampoco de material de iluminación, salió un resultado bastante decente… por lo que en el fondo estoy contento :D
¿A vosotros os ha pasado algo parecido alguna vez?