Mitama matsuri II
Como comentaba el otro día, cuando fui al Mitama matsuri en el templo Yasukuni, fui exclusivamente a hacer fotos, con todo el equipo y demás parafernalia, con lo cual siempre es un poco pesado pero me gusta pensar que al final merece la pena por el resultado. El caso es que al ir a hacer fotos, iba solo, sin haber quedado con nadie y aún así, fue un día con una gran actividad social, y eso es lo que quiero contar hoy (véase el tono de la entrada con fotos en blanco y negro :P) Generalmente, una de las cosas que suelo decir aquí en Japón es que (siempre basado en mi experiencia personal), imagino que por ser una ciudad grande, la gente va a lo suyo y no es fácil relacionarse con desconocidos de buenas a primeras (salvo eventos, fiestas y contadas ocasiones)… Pero este día me pasó algo curioso. Pese a que no era la persona más accesible del mundo por ir cargado con: la cámara, la bolsa de la cámara donde guardo el otro objetivo, la funda del 70-200 colgada del cinturón y el trípode… se acercó a hablar conmigo bastante gente. Con la excusa de que