Destino

El otro día me dio por pensar… ¿Cuántas de las decisiones que has tomado en la vida las has hecho conscientemente? ¿Has llegado a tu situación actual porque la querías de verdad, o simplemente porque así se han dado las circunstancias? ¿Cuánto control tenemos realmente de nuestra vida? Generalmente vivimos el día a día, se convierte en rutina y lo aceptamos. Pocas son las decisiones que de verdad hay que tener en cuenta. Al final, de todas las decisiones del día a día, pocas tienen importancia. ¿Qué cómo? ¿Qué bebo? ¿Hago esto ahora o hago esto luego? Pero al igual que estas decisiones pueden darnos un estado de libertad limitada, otras decisiones que pueden parecer sin importancia pueden cambiar tu vida para siempre. Como ejemplo, voy a echar mano del no pocas veces recurrido efecto mariposa: Conoces a una persona del día a día. No la ves mucho. No te cae mal, de vez en cuando cambias algunas palabras pero nada del otro mundo. Un día te invita a quedar con otros amigos. ¿Qué haces? Si no vas, pones una excusa y ahí se acaba la historia. Si vas, lo mismo te lo pasas genial y conoces a un montón

Los rostros del Tengu Matsuri

Como buena serie de Fibonacci, la entrada de hoy es el resultado de la suma de las dos últimas entradas. Y es que, después de hablar del Tengu Matsuri en la celebración del Setsubun y haberla retratado en plan turista (con vídeo incluido), hoy quería aportar otra visión que quise captar en ese evento. Como ya conté, ese día había una especie de procesión en las calles del distrito comercial de Shimokitazawa. Procesión formada por decenas de personas vestidas acordes a la ocasión y algunas incluso disfrazadas para representar al demonio Tengu. Esas personas son las que hicieron posible el festival y hay que decir que algo que me llamó mucho la atención era el ambiente que había. Y no el ambiente en las calles, que también, sino el ambiente y las sensaciones que emanaban dichas personas. Y es que se podía ver en sus caras que disfrutaban con la representación. Algunos concentrados llevando a cabo la tarea que les había sido encomendada, y otros ofreciendo su mejor sonrisa incluso a demonios blancos como yo, venidos de occidente con aparatos embrujados que roban el alma. Y como dije en la entrada anterior, no siempre voy a retratar las calles y

Tengu matsuri

El Tengu matsuri (天狗祭り) es un festival que se hace cada año en Shimokitazawa, en el día del Setsubun y es organizado por el templo Shinryuji. Setsubun (節分) significa literalmente división de estaciones y aunque antiguamente se celebraba cuatro veces al año, en cada una de los cambios estacionales, ahora solo se celebra el día antes de la entrada de la primavera según el calendario lunar japonés. Este año 2013 cayó en el día 2 de Febrero. En estas fechas hay una tradición procedente de China, llamada Mame-maki (豆まき), que se celebra también en todo Japón y consiste en expulsar a los demonios y la mala suerte lanzando granos de soja gritando «oni wa soto, fuku wa uchi» (demonios fuera, suerte dentro). Después te comes el número de granos que indique tu edad o, depende de la zona, también puedes comer uno más para el año venidero ;) Por otro lado, los tengu son demonios, diablos o goblins (como queráis traducirlo) de la cultura tradicional japonesa, caracterizados por tener una larga nariz y realizar bromas pesadas así como molestar a monjes. Estas criaturas son las que dan nombre al festival realizado en el distrito comercial de la zona de Shimokitazawa, en