Una ciudad como lo es Tôkyô no se puede observar en su totalidad sin una vista aérea donde se vea en toda su magnitud, donde los edificios se pierdan en el horizonte, donde el tan solo mirar por la ventana te haga sentirte insignificante ante el vasto panorama.

Ya que el otro día enseñaba la torre más alta de Tôkyô, la Sky Tree, hoy os enseño un poco las vistas que hay desde sus miradores. Concretamente lo que se ve, por ejemplo, en la foto sobre estas lineas, es el río Sumida (el principal de la ciudad), la tradicional zona de Asakusa abajo a la derecha, y la gran zona de rascacielos al fondo, Roppongi, junto a la Torre de Tôkyô a la izquierda.

A medida que subimos por la torre podemos ver la impresionante ciudad desde otra perspectiva. Y es que al igual que la Torre de Tôkyô, la Sky Tree tiene miradores a dos alturas diferentes. Mientras el primero está a 350 m. el segundo nos sitúa en los 450 m. de altura.

A diferencia de la primera, la Sky Tree, por ser considerada aún una novedad, se necesita día y hora para subir (por el uso del ascensor), pero lo bueno es que una vez entras no hay límite de tiempo, así que se puede echar la tarde arriba tranquilamente.

Y a medida que subimos, también tenemos un pequeño lugar donde relajarnos, como es el Skytree Cafe.

Si a las vistas infinitas de la ciudad le sumamos el brillo de una metrópolis tan grande como es la ciudad tôkyôta, podremos ver paisajes nocturnos tan impresionantes como estos. Y es que puede que me repita, pero nunca me cansaré de decir que me encantan las vistas nocturnas de las ciudades con muchas luces.

Eso sí, me tengo que disculpar por la calidad de las fotos de nuevo. Tengo que decir que por un malentendido subí con un poco de prisa y que no tenía trípode, tuve que tirar muchas de las fotos con una ISO altísima y a pulso, por lo que la definición no es la mejor.

Sin ir más lejos, la foto elegida como portada está hecha a ISO 1600 y disparada a 130mm. sujetada a pulso durante 1/13s. Sabiendo eso se puede decir que no ha salido tan mal… ¿no?

O esta foto anterior, está hecha a ISO 3.200 (aunque el banding que se ve en el cielo no es por culpa de la ISO, sino que es parte del reflejo de las luces del interior de la torre en el cristal que tenía entre la cámara y el paisaje =_=)

¿No os gustan estos escenarios tan luminosos? A mi me encantan tantas bolitas de luces de colores… pero para variar, dentro de la torre también hay cosas que llaman la atención.

Por ejemplo, ese día la torre tenía una iluminación morada, y los pasillos del mirador superior estaban iluminados acorde al exterior (de hecho el círculo de luz que se ve desde fuera es este pasillo).

Como he dicho, esta torre tiene dos miradores y para acceder a ellos hay que pagar por separado (para la gente que no quiera subir hasta arriba del todo es bueno, para los demás, lo mismo parece que nos cobran por todo :P). La entrada te da derecho a subir al primero y cuesta 2000 yen. Para subir al segundo hay que pagar 1000 yen extra.

¿Merece la pena? Pues aunque la perspectiva apenas cambie y se vean las cosas desde más lejos, yo diría que sí. 1000 yen no son tanto y a esta torre no vas a venir todos los días. Así que, ya que se viene, se sube ;) (o esa es mi opinión).

¿Habéis subido? ¿Cuándo, de día o de noche?

¿Qué os pareció? ¿Os mereció la pena el segundo mirador (si subisteis)?

Como última foto, os dejo con una de mis favoritas (es el premio por haber llegado hasta aquí). Una panorámica muy luminosa apuntando hacia Odaiba (donde, si os fijáis bien se puede ver el incluso el Rainbow Bridge)

Si os ha gustado y no comentáis, seguramente muera un gatito por vuestra culpa. Ahí lo dejo…