Siempre he sido una persona bastante perfeccionista, y este aspecto mío también lo he llevado al ámbito de las fotos.
Por este motivo, para mí una foto debe de salir lo más nítida posible. A ser posible que en un retrato se vean hasta los poros de la piel ;)
Pero poco a poco me he ido dado cuenta, de que no siempre se dispone del material necesario para hacer la foto que se visualiza… por ejemplo, cuando sales a la calle con la cámara a ver que te encuentras, y ves un fondo perfecto para un retrato… pero no llevas tu equipo de strobist… te tienes que conformar con una foto a pulso, sin trípode, y con un flash de relleno sobre la cámara. Aún así, es mejor tener esa foto, que perder el momento.
Muchísimas veces se dan estas situaciones, donde el momento importa más que la calidad en sí de la foto, y eso es lo que cuenta al final.
Si bien las fotos de esta entrada no son tan importantes por el momento; las expresiones captadas y el fondo si que me gustan mucho.
Por ejemplo, la foto que representa esta entrada se tiró con una velocidad muy baja (1/25 seg para los 70 mm de distancia focal) para captar la luz del fondo y, al haber mucho viento los pelos salen movidos.
Por suerte (o más bien preparación ^^), al usar un flash de relleno con la segunda cortinilla se congela el movimiento creando ese efecto de movimiento (notable en la mano o en el contorno de la cara por ejemplo, donde se ve una estela).
La conclusión a la que quería llegar, es que no siempre hay que descartar una foto porque no salga perfecta, ya que a veces, hay expresiones y momentos que hacen que aunque una foto no esté iluminada de manera espectacular, merezca la pena y espero que estas fotos que aquí os pongo os haga pensar lo mismo ;)
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