El monte Fuji al atardecer

Parece mentira que ya hayan pasado más de 5 meses desde que llegué a Japón. ¡Casi medio año! El tiempo pasa demasiado rápido, y a mí se me está yendo todo estudiando kanji. Y en todo este tiempo creo que no he enseñado aún lo que podría decirse que es el mayor símbolo del país del sol naciente, su monte Fuji (aunque ya puedo decir que tengo varias fotos por ahí preparadas). Pues hoy vengo a ponerle remedio a esto enseñándoos unas fotos que tomé cuando unos amigos vinieron de turisteo por los orientes. En una de sus escapadas, concretamente a Kamakura, me enganché con ellos y acabamos en Enoshima, desde donde están tomadas estas fotos. Además del lugar donde hay un mirador muy propio para parejitas, que es desde donde están tomadas las tres primeras fotos, nos aventuramos a seguir un caminito que no sabíamos muy bien hacia donde llegaba o si tenía salida, y al final acabamos en la playa, con una vista mucho mejor, pero demasiado tarde. Aún así, hice una y solo una foto, que es la siguiente. Un poco tarde para la mejor luz, pero buenas vistas :) Si algún día vuelvo a esta isla,

Shin Edogawa Kôen

Hace tiempo que os quería enseñar fotos del parque que hay cerca de aquí, así que hoy os enseño unas fotos que hice el mismo día del reto rojo en un parque llamado Shin Edogawa Kôen. En Tôkyô me he dado cuenta que por mucha gran urbe que sea, por muy altos que lleguen sus rascacielos y por mucha jungla de asfalto que haya; en todos los barrios hay parques. Y que yo recuerde, esta estructura de zonas verdes no la hay en España, o al menos en los lugares que recuerdo y de la misma manera que está planteada aquí. Además de la zona verde que crea este parque (parque que puede tener, perfectamente, unos 500 metros cuadrados –así a ojímetro–), a menos de diez minutos andando de aquí, al lado de la Universidad de Waseda, ya hay otro parque que diría que es más grande y frondoso incluso que éste. Si a esto le sumamos las zonas reservadas para templos shintoístas y budistas, uno se da cuenta de que Tokyo no es tan mala ciudad para vivir en este aspecto, pues cuenta con muchos descansos de edificios grandes y aglomeraciones ;) Los que me tengan en Facebook ya se

Destino

El otro día me dio por pensar… ¿Cuántas de las decisiones que has tomado en la vida las has hecho conscientemente? ¿Has llegado a tu situación actual porque la querías de verdad, o simplemente porque así se han dado las circunstancias? ¿Cuánto control tenemos realmente de nuestra vida? Generalmente vivimos el día a día, se convierte en rutina y lo aceptamos. Pocas son las decisiones que de verdad hay que tener en cuenta. Al final, de todas las decisiones del día a día, pocas tienen importancia. ¿Qué cómo? ¿Qué bebo? ¿Hago esto ahora o hago esto luego? Pero al igual que estas decisiones pueden darnos un estado de libertad limitada, otras decisiones que pueden parecer sin importancia pueden cambiar tu vida para siempre. Como ejemplo, voy a echar mano del no pocas veces recurrido efecto mariposa: Conoces a una persona del día a día. No la ves mucho. No te cae mal, de vez en cuando cambias algunas palabras pero nada del otro mundo. Un día te invita a quedar con otros amigos. ¿Qué haces? Si no vas, pones una excusa y ahí se acaba la historia. Si vas, lo mismo te lo pasas genial y conoces a un montón

Streetwalk en Shibuya

De vez en cuando, en zonas muy cargadas como es el famoso barrio de Shibuya, me gusta hacer este tipo de fotografía, en blanco y negro. Coger la cámara con el gran angular (16-35), poner el enfoque manual a 1,5 metros aproximadamente y hacer fotos desde la cintura, mientras ando. En estos casos no me importa tanto que las fotos no queden enfocadas, nítidas o rectas, sino el resultado en general. Disparar desde la cintura da un punto de vista diferente al que estamos acostumbrado a ver y permite captar el fondo en contra-picado y eso, en el caso de Tokyo es genial, con sus neones y carteles que se extienden hasta el cielo. Hoy os dejo con esta entrada rápida y sencillita, y espero que os guste, porque tengo otra serie de fotos en blanco y negro usando esta técnica ya preparada, pero mucho más personales…

Los rostros del Tengu Matsuri

Como buena serie de Fibonacci, la entrada de hoy es el resultado de la suma de las dos últimas entradas. Y es que, después de hablar del Tengu Matsuri en la celebración del Setsubun y haberla retratado en plan turista (con vídeo incluido), hoy quería aportar otra visión que quise captar en ese evento. Como ya conté, ese día había una especie de procesión en las calles del distrito comercial de Shimokitazawa. Procesión formada por decenas de personas vestidas acordes a la ocasión y algunas incluso disfrazadas para representar al demonio Tengu. Esas personas son las que hicieron posible el festival y hay que decir que algo que me llamó mucho la atención era el ambiente que había. Y no el ambiente en las calles, que también, sino el ambiente y las sensaciones que emanaban dichas personas. Y es que se podía ver en sus caras que disfrutaban con la representación. Algunos concentrados llevando a cabo la tarea que les había sido encomendada, y otros ofreciendo su mejor sonrisa incluso a demonios blancos como yo, venidos de occidente con aparatos embrujados que roban el alma. Y como dije en la entrada anterior, no siempre voy a retratar las calles y

Fotos y fotos

Llevo un tiempo pensando que últimamente (entiéndase meses/años), salvo contadas excepciones, el tipo de foto que hago principalmente se podría catalogar como fotos de viaje o de turismo. No es que me disguste este tipo de fotografía. Para nada. Sin ir más lejos, mi entrada al mundo de la fotografía fue debido a querer inmortalizar y poder recordar mis experiencias de una forma visualmente atractiva, así que se podría decir que ese era mi propósito. Pero luego, por ser un poco culo inquieto y por tener curiosidad por conocer los demás tipos para poder opinar sobre ellos, fui pasando por varias etapas en las que experimenté con retratos, strobist, nocturnas, fotografía de estudio, etc. Aunque me gustaron todos, los tipos de foto que más echo de menos son que curiosamente no me decidí a probar de manera conscente, sino que surgieron naturalmente a la hora de hacer fotos. Uno es la fotografía en blanco y negro, y el otro es el que yo llamo fotografía de detalles. Y muchas veces ambas van de la mano. Recuerdo que a los pocos meses de empezar, antes de abrir este blog (así que esas fotografías no se encontrarán aquí…), algunos amigos llegaron a decirme que había desarrollado un estilo propio

Tengu matsuri

El Tengu matsuri (天狗祭り) es un festival que se hace cada año en Shimokitazawa, en el día del Setsubun y es organizado por el templo Shinryuji. Setsubun (節分) significa literalmente división de estaciones y aunque antiguamente se celebraba cuatro veces al año, en cada una de los cambios estacionales, ahora solo se celebra el día antes de la entrada de la primavera según el calendario lunar japonés. Este año 2013 cayó en el día 2 de Febrero. En estas fechas hay una tradición procedente de China, llamada Mame-maki (豆まき), que se celebra también en todo Japón y consiste en expulsar a los demonios y la mala suerte lanzando granos de soja gritando «oni wa soto, fuku wa uchi» (demonios fuera, suerte dentro). Después te comes el número de granos que indique tu edad o, depende de la zona, también puedes comer uno más para el año venidero ;) Por otro lado, los tengu son demonios, diablos o goblins (como queráis traducirlo) de la cultura tradicional japonesa, caracterizados por tener una larga nariz y realizar bromas pesadas así como molestar a monjes. Estas criaturas son las que dan nombre al festival realizado en el distrito comercial de la zona de Shimokitazawa, en

Panorámica de Akiba

Si el otro día os mostraba un poco el barrio de Akihabara, hoy simplemente quería enseñaros una panorámica de ese mismo sitio tomada en ese mismo día… Como siempre que veáis ese iconito en la foto, pasad el ratón por encima para moverla a vuestro gusto ;)