Bueno, aquí día 1 de Mayo, he vuelto tras más de un mes de sequía de escritura. ¿El motivo? El de siempre, la falta de tiempo, unido con estar fuera de la ciudad y falta de previsión para llevarme algunas fotografías procesadas y escribir algo de mientras estaba fuera.

Pero ya estoy aquí y vengo a rescatar una serie de fotos tomadas en una espera en un cruce de Utrecht, Holanda. Mientras esperaba en este cruce lo noté bastante transitado para la zona que era, y quise captar su esencia.

Para ello, utilicé una técnica tan simple como es la de usar velocidades de obturación muy bajas, de alrededor de un segundo, para así plasmar el movimiento de los elementos en la fotografía y dar la impresión de ajetreo y actividad constante:

Estas fotos están hechas con la cámara a pulso. Con un trípode seguramente habría mejorado el resultado, ya que a pulso, los elementos estáticos (como los edificios) no salen complétamente nítidos, aunque sinceramente, casi lo prefiero, porque da lugar a un aspecto más caótico y le otorga un mayor dinamismo a la imagen.

El hecho de utilizar una velocidad baja no es solamente para mostrar el movimiento, sino también para crear una sensación de impersonalidad en la imagen al emborronar a las personas de manera que no se las distinga. Es una cualidad que considero intrínseca de cierta manera a las ciudades grandes, donde cientos de personas se agrupan en un mismo lugar, pero nadie tiene nada que ver con nadie, cada uno sigue su camino.

También era un lugar por donde pasaban bicicletas de vez en cuando y, como todo momento es bueno para practicar técnicas fotográficas, decidí hacer algunos barridos, que también expresan el movimiento del lugar y la velocidad de la gente.

Y luego aparte tenemos una foto más estática, rápida, para captar a una chica que se paró enfrente de mí esperando a que el semáforo cambiase a verde. Es otro tipo de fotos que me gusta hacer, para mostrar a las personas metidas en su entorno, pero dejando el entorno desenfocado de manera que se intuya pero que no distraiga mucho del motivo principal, que en este caso es la chica.