Bicicletas I

Creo que en mi vida había visto tantas bicicletas juntas como en Holanda. Ni si quiera en Japón. Lo que sí es que aproveché para hacer una serie de fotos de las bicicletas, solas y en grupo; en color y en blanco y negro; de todo tipo, y poco a poco iré presentando por aquí algunas fotografías cuyos protagonistas son ellas ;) ¿Serías capaz de decir cuál es tú favorita de todas, y por qué?

Fotos largas

Bueno, aquí día 1 de Mayo, he vuelto tras más de un mes de sequía de escritura. ¿El motivo? El de siempre, la falta de tiempo, unido con estar fuera de la ciudad y falta de previsión para llevarme algunas fotografías procesadas y escribir algo de mientras estaba fuera. Pero ya estoy aquí y vengo a rescatar una serie de fotos tomadas en una espera en un cruce de Utrecht, Holanda. Mientras esperaba en este cruce lo noté bastante transitado para la zona que era, y quise captar su esencia. Para ello, utilicé una técnica tan simple como es la de usar velocidades de obturación muy bajas, de alrededor de un segundo, para así plasmar el movimiento de los elementos en la fotografía y dar la impresión de ajetreo y actividad constante: Estas fotos están hechas con la cámara a pulso. Con un trípode seguramente habría mejorado el resultado, ya que a pulso, los elementos estáticos (como los edificios) no salen complétamente nítidos, aunque sinceramente, casi lo prefiero, porque da lugar a un aspecto más caótico y le otorga un mayor dinamismo a la imagen. El hecho de utilizar una velocidad baja no es solamente para mostrar el movimiento, sino

Niebla

Generalmente cuando vamos a hacer fotografías, estamos deseando contar con las mejores cualidades lumínicas, el cielo azul perfecto con manchas de esponjosas nubes de algodón, la cantidad de gente perfecta para que la fotografía quede como nos gustaría… Cuando estamos en nuestra ciudad, esos parámetros podemos elegirlos simplemente diciendo «hoy no salgo a hacer fotos» o «hoy hace un día estupendo, me voy a hacer fotos!». Desgraciadamente cuando hacemos fotografías en un viaje, y tenemos una ruta planificada que, además, compartimos con más gente que no hace fotografías, es imposible cambiarlo y hay que adaptarse a las condiciones meteorológicas del momento. Pero a veces, ese mal tiempo que no queríamos que ocurriese puede jugar en nuestro favor si sabemos utilizarlo en nuestra fotografías. El ejemplo que hoy muestro es el de un día totalmente neblado en la ciudad de Utrecht, Holanda. Cuando la niebla es densa no podremos hacer fotografías de paisajes extensos ya que el campo de visión será muy limitado, pero aprovechando eso mismo podemos aportar un toque de profundidad: los elementos más cercanos aparecerán totalmente visibles mientras que los lejanos irán perdiéndose con un sutil degradado a blanco. Si los edificios son lo suficientemente altos como en

Vida en una fotografía

He aquí otros dos ejemplos de «el momento justo» en la fotografía. Me encanta fotografiar un lugar y que justo en ese momento pase alguien para darle vida. Y es que no solo le da vida. Cuando incluímos un elemento humano en una fotografía estática estamos enriqueciendo el encuadre. Estamos incluyendo un punto de referencia para el ojo de la persona que mira la imagen, le decimos hacia donde debe mirar y proporcionamos una escala respecto a los demás elementos, además de dinamismo. Hablaré de esto en una entrada en el blog más adelante :) Esta segunda fotografía me encantó cuando la hice porque atravesé el callejón estrecho y me llamó la atención, y cuando me di la vuelta para fotografiarlo, justo estaba entrando la chica en el tunel. Perfecto para un contraluz que ya sabía que se convertiría en blanco y negro de alto contraste.

Flores en Utrecht

Una de las primeras cosas que vi cuando llegué a la ciudad de Utrecht, la primera ciudad a la que fui en Holanda, estaba a dos calles de donde dejamos el coche en el que vinimos desde IJsselstein y fue un puesto de flores a la  esquina de un canal. Como se puede intuir por el fondo de la foto bajo estas lineas, el día había amanecido con una niebla impresionante, así que un puesto de flores era una oportunidad estupenda para captar algo de color en un día que pintaba muy apagado. (Realmente también habría hecho las fotos si no hubiese niebla aquel día :P) Generalmente la tendencia que tengo con las flores es hacerles fotos con el diafragma bastante abierto para así poder hacer un enfoque selectivo, cosa que quien me conoce sabe que me encanta. Sin embargo, esta vez probé a hacer la fotografía con un ultra angular, a 16 mm. y me dio el resultado que habeis visto en la fotografía de la cabecera. La verdad es que cambiar el punto de vista a veces es un acierto total y estoy muy contento con el resultado. Por supuesto, si no se experimenta con nuevas cosas, no