El monte Fuji – 富士山

Como ya dije alguna vez, pocas veces hablo de este gran símbolo de Japón, el monte Fuji  (富士山). A diferencia de lo que se piensa en España, el monte Fuji se lee Fujisan y no Fujiyama. No son pocos los que preguntan por el Fujiyama y acaban en una estación diferente que no tiene nada que ver con el lugar al que querían ir. El origen de esta confusión es la lectura del kanji de montaña (山), que si se encuentra solo se lee yama (su kunyomi o lectura japonesa), pero con otros kanjis se suele leer usando su onyomi o lectura china, que es san. Este volcán, con 3.776 metros de altitud, es el pico más alto de Japón. En la antiguedad por lo visto se le tenía prohibida la entrada a las mujeres, pero actualmente es un recurrido destino de alpinismo y senderismo. Ahora además de ser el símbolo de Japón, es patrimonio de la humanidad por la Unesco, desde el 22 de Junio de este año 2013. La foto que encabeza esta entrada está tomada desde la estación de Kawaguchiko el día que fui a ver el Shibazakura matsuri :)

El momiji japonés

Aunque las entradas de este blog suelen ser atemporales, hoy voy a hacer una excepción y voy a escribir sobre el fenómeno que está en boca de todos desde la semana pasada en Japón: El momiji. Cuando se habla del clima, el tiempo… una de las preguntas que nos hacen los japoneses a los extranjeros es la de si en nuestro país tenemos cuatro estaciones como en Japón (primavera, verano, otoño e invierno). Por supuesto respondemos que sí al instante, pero la verdad es que la distinción climatológica de las estaciones no es para nada como lo es aquí en Japón. Después de estar viviendo aquí durante todo este tiempo, a estas alturas el otoño era la única estación que me faltaba por ver en Japón y, una vez vividas todas, puedo decir con seguridad que cada estación tiene algo propio. En el caso del otoño, el momiji es lo que lo define. El momiji (紅葉) es como se conoce a las hojas rojas de otoño, aunque tengo que aclarar que realmente es el nombre del arce japonés. El nombre real de las hojas rojas de otoño es kôyô, que hace referencia a las hojas rojas en general y no solo a las del

Shibazakura matsuri

En la Golden Week, la peor semana para viajar por Japón, debido a que todo el mundo aprovecha las vacaciones para hacerlo, mi amiga Nanami me invitó a ir junto con otras amigas a ver un evento llamado Shibazakura matsuri en Kawaguchiko, los famosos lagos cerca del monte Fuji. Después de investigar un poco por internet como era el asunto, me apunté sin pensármelo. Me acerqué a la estación más cercana de JR y fui a la Midori madoguchi, donde pude comprar mis billetes de tren. Llegado el día, aunque fuimos con tiempo y nos pusimos en la cola del tren desde la estación de Shinjuku donde quedamos, fue imposible conseguir un asiento debido a la cantidad de gente que viaja en estos días. Motivo #1 para no viajar en por Japón en la Golden Week: Hay mucha gente por todos lados. Como teníamos que cambiar de tren para llegar hasta la estación de Kawaguchiko teníamos la esperanza de que pudiésemos sentarnos entonces. Ilusos de nosotros, acabamos metiéndonos en otro tren donde casi no podíamos ni movernos de lo lleno que estaba. Eso era la pura definición de 満員電車 (man’in densha). Vamos, un tren petado. Motivo #2 para no viajar

Después del tifón

Desde ayer solo se hablaba del tifón #18, que se supone que llegaba a Japón y concretamente a Tôkyô hoy. Cuando me desperté es verdad que había mucho viento y llovía de lado, pero para nada era lo que yo me esperaba digno de un tifón que ya tenía ganas de ver/vivir. Me dijeron que pegaría fuerte por la tarde/noche, pero a eso de media mañana ya leía que se desviaba, con lo que al final me quedé con las ganas. Es verdad que en otros lugares de Japón se han producido algunas inundaciones, han puesto alertas por riesgo de desbordamiento de ríos demás peligros, pero en Tôkyô aparte de retrasar todos los trenes y cancelar vuelos en los aeropuertos como ha pasado, creo que no se produciría ningún altercado, ¿no? (en serio mamá, estaré bien :P) En Japón hay un dicho que dice lo siguiente más o menos: «Después de un tifón el tiempo es genial» y que razón tienen! Por donde yo vivo desde antes de comer ya empezaba a clarear, y a la hora del atardecer se podía ver un cielo como el que os enseño hoy. Instagram se ha llenado de este tipo de fotos, en

El Monte Takao

El frondoso monte Takao es una de las zonas naturales más cercanas a Tôkyô, y nuestra mejor opción si queremos salir de la gran urbe para encontrarnos con un poco de verde para cambiar la rutina. Se encuentra a menos de una hora y 370¥ desde la estación de Shinjuku por la linea Keio, con lo que es muy fácil ir cualquier fin de semana que nos sintamos con ganas de hacer un poco de senderismo. La cima está a 599 metros por encima del nivel del mar y cuenta con varias rutas para explorar, además de un teleférico y telesillas para subir la mayor parte si no tenemos muchas energías ese día. Si optamos por subir andando, se tarda aproximadamente una hora y media desde la estación (Takaosanguchi – 高尾山口駅) hasta la cima. Por lo contrario si optamos por los medios mecánicos, se tarda la mitad, unos 45 minutos. Sobra decir que cuando yo fui, elegimos patear un poco, que para eso salimos de la ciudad! En este caso, el paisaje más común que nos encontraremos será el de un camino con muuuchas escaleras, y árboles gigantes con impresionantes raíces que nos llamarán la atención pero no tardaremos en acostumbrarnos

Mi nueva ciudad

Tôkyô, 東京, Capital del Este. 13.572 km2 divididos en 23 distritos con más de 13 millones de habitantes. Poco a poco voy notando que se va convirtiendo en mi nueva ciudad. Cada día la puedo sentir un poquito más mía. Hace unos años salí de Málaga para irme a Barcelona y allí estuve más o menos 3 años viviendo. Aunque me gustó como lugar y el hecho de estar en una ciudad más grande me mostró nuevos horizontes, nuevas personas (y algunos viejos conocidos), más eventos, más cultura… nunca sentí que fuese mi ciudad. Barcelona era una ciudad prestada. Vivía y trabajaba allí. Hacía mi vida cotidiana, iba y venía, visitaba sus alrededores. pero nunca la terminé de adoptar como mía. ¿Era feliz? Es posible, pero no especialmente por la ciudad. Por supuesto, significó un cambio a mejor viniendo desde una ciudad más pequeña como era Málaga, pero nunca fue algo que llegase a considerar especial, por muchos edificios emblemáticos que tuviese. Aquí sin embargo las sensaciones son distintas. Por mucha barrera que haya, idiomática, cultural… hay detalles del día a día hacen que quiera quedarme aquí indefinidamente. El contraste de los grandes edificios, sus aglomeraciones, zonas donde miras hacia arriba y casi

El monte Fuji al atardecer

Parece mentira que ya hayan pasado más de 5 meses desde que llegué a Japón. ¡Casi medio año! El tiempo pasa demasiado rápido, y a mí se me está yendo todo estudiando kanji. Y en todo este tiempo creo que no he enseñado aún lo que podría decirse que es el mayor símbolo del país del sol naciente, su monte Fuji (aunque ya puedo decir que tengo varias fotos por ahí preparadas). Pues hoy vengo a ponerle remedio a esto enseñándoos unas fotos que tomé cuando unos amigos vinieron de turisteo por los orientes. En una de sus escapadas, concretamente a Kamakura, me enganché con ellos y acabamos en Enoshima, desde donde están tomadas estas fotos. Además del lugar donde hay un mirador muy propio para parejitas, que es desde donde están tomadas las tres primeras fotos, nos aventuramos a seguir un caminito que no sabíamos muy bien hacia donde llegaba o si tenía salida, y al final acabamos en la playa, con una vista mucho mejor, pero demasiado tarde. Aún así, hice una y solo una foto, que es la siguiente. Un poco tarde para la mejor luz, pero buenas vistas :) Si algún día vuelvo a esta isla,

Shin Edogawa Kôen

Hace tiempo que os quería enseñar fotos del parque que hay cerca de aquí, así que hoy os enseño unas fotos que hice el mismo día del reto rojo en un parque llamado Shin Edogawa Kôen. En Tôkyô me he dado cuenta que por mucha gran urbe que sea, por muy altos que lleguen sus rascacielos y por mucha jungla de asfalto que haya; en todos los barrios hay parques. Y que yo recuerde, esta estructura de zonas verdes no la hay en España, o al menos en los lugares que recuerdo y de la misma manera que está planteada aquí. Además de la zona verde que crea este parque (parque que puede tener, perfectamente, unos 500 metros cuadrados –así a ojímetro–), a menos de diez minutos andando de aquí, al lado de la Universidad de Waseda, ya hay otro parque que diría que es más grande y frondoso incluso que éste. Si a esto le sumamos las zonas reservadas para templos shintoístas y budistas, uno se da cuenta de que Tokyo no es tan mala ciudad para vivir en este aspecto, pues cuenta con muchos descansos de edificios grandes y aglomeraciones ;) Los que me tengan en Facebook ya se