Private Shot Bar

En el momento que escribo esto, acabo de llegar a casa. Es raro que me ponga a escribir una entrada justo después de venir de hacer fotos, nada más llegar a casa, sin siquiera descargar las fotos de la cámara, sin arreglar el cuarto que está patas arriba… pero es que no quiero olvidarme de esto que quiero compartir con vosotros. Después de una tarde más bien cansada (por llevar todo el equipo de fotografía: cámara, tres objetivos y trípode) y poco productiva, por no haber sacado buenas fotos, o al menos no las que tenía en mente. Después de una tarde solitaria (que es, según mi opinión como mejor se sacan las fotos: tranquilo, a tu rimo, y sin preocuparte de que nadie que te acompañe mientras haces fotos se pueda aburrir) haciendo fotos para poder enseñaros la iluminación navideña de algunos lugares de Tokyo, llego a casa por fin. Y es que algunas veces se sale a pasear solo muy a gusto, pero otras lo único que provoca esta soledad es querer cortarse las venas, sobre todo cuando vas a tomar fotos a una de las calles más empalagosas, rodeado de parejas entre las luces de Navidad. Todo