Private Shot Bar

En el momento que escribo esto, acabo de llegar a casa. Es raro que me ponga a escribir una entrada justo después de venir de hacer fotos, nada más llegar a casa, sin siquiera descargar las fotos de la cámara, sin arreglar el cuarto que está patas arriba… pero es que no quiero olvidarme de esto que quiero compartir con vosotros. Después de una tarde más bien cansada (por llevar todo el equipo de fotografía: cámara, tres objetivos y trípode) y poco productiva, por no haber sacado buenas fotos, o al menos no las que tenía en mente. Después de una tarde solitaria (que es, según mi opinión como mejor se sacan las fotos: tranquilo, a tu rimo, y sin preocuparte de que nadie que te acompañe mientras haces fotos se pueda aburrir) haciendo fotos para poder enseñaros la iluminación navideña de algunos lugares de Tokyo, llego a casa por fin. Y es que algunas veces se sale a pasear solo muy a gusto, pero otras lo único que provoca esta soledad es querer cortarse las venas, sobre todo cuando vas a tomar fotos a una de las calles más empalagosas, rodeado de parejas entre las luces de Navidad. Todo

Touch

Tacto, recuerdo el tacto Las imágenes vienen con el tacto Un pintor en mi mente Dime lo que ves Un turista en un sueño Parece un visitante Una canción medio olvidada ¿A dónde pertenezco? Dime lo que ves Necesito algo más ¡Un beso! Me siento vivo de repente Llega la felicidad El deseo es como una tormenta ¿Con qué empiezo? Una habitación dentro de una habitación Una puerta tras una puerta Tacto, ¿dónde me llevas? Necesito algo más Dime lo que ves Necesito algo más Tacto, dulce tacto Me has dado mucho que sentir Dulce tacto Casi me has convencido de que soy real Necesito algo más Necesito algo más…  

El parque Inokashira – 井の頭公園

Aunque el otro día ya enseñé algunas fotos del momiji en el parque Inokashira, no os hablé de él, así que voy a aprovechar la ocasión de hoy para hacer lo propio ;) Este parque está situado en el área de Musashino y Mitaka, y se llega también fácilmente desde la estación de Kichijoji, en la línea Chûo de la JR. Fue abierto en 1918 como regalo del Emperador al público en general, de ahí que su nombre original fuese Inokashira Onshi Kôen (井の頭恩師公園), algo así como El regalo imperial del parque Inokashira. Este parque, en mi opinión es uno de los mejores de Tôkyô. No es el típico parque tradicional japonés (de los que tienen zonas de piedras y arena…), sino uno más normal, donde la gente puede ir a relajarse, leer, tocar algún instrumento como la guitarra (o incluso el arpa), o pintar un cuadro. Además la distribución de sus caminos y el follaje de sus árboles lo hacen perfecto para pasear. Caminando por sus senderos puedes encontrar vistas muy espectaculares de los árboles sobre el lago del parque, especialmente si vas en una fecha como ésta, con los colores del otoño, o en primavera, donde se pueden ver

En la noche de Odaiba

Brisa nocturna que acaricia la piel. Tranquilidad absoluta en el caos de la gran ciudad. Sonrisa cómplice en la bahía de Tokyo. Deslumbrado en la oscuridad de la noche. Una vida en un instante. Y aún así, no hay nada…

El monte Fuji – 富士山

Como ya dije alguna vez, pocas veces hablo de este gran símbolo de Japón, el monte Fuji  (富士山). A diferencia de lo que se piensa en España, el monte Fuji se lee Fujisan y no Fujiyama. No son pocos los que preguntan por el Fujiyama y acaban en una estación diferente que no tiene nada que ver con el lugar al que querían ir. El origen de esta confusión es la lectura del kanji de montaña (山), que si se encuentra solo se lee yama (su kunyomi o lectura japonesa), pero con otros kanjis se suele leer usando su onyomi o lectura china, que es san. Este volcán, con 3.776 metros de altitud, es el pico más alto de Japón. En la antiguedad por lo visto se le tenía prohibida la entrada a las mujeres, pero actualmente es un recurrido destino de alpinismo y senderismo. Ahora además de ser el símbolo de Japón, es patrimonio de la humanidad por la Unesco, desde el 22 de Junio de este año 2013. La foto que encabeza esta entrada está tomada desde la estación de Kawaguchiko el día que fui a ver el Shibazakura matsuri :)

El momiji japonés

Aunque las entradas de este blog suelen ser atemporales, hoy voy a hacer una excepción y voy a escribir sobre el fenómeno que está en boca de todos desde la semana pasada en Japón: El momiji. Cuando se habla del clima, el tiempo… una de las preguntas que nos hacen los japoneses a los extranjeros es la de si en nuestro país tenemos cuatro estaciones como en Japón (primavera, verano, otoño e invierno). Por supuesto respondemos que sí al instante, pero la verdad es que la distinción climatológica de las estaciones no es para nada como lo es aquí en Japón. Después de estar viviendo aquí durante todo este tiempo, a estas alturas el otoño era la única estación que me faltaba por ver en Japón y, una vez vividas todas, puedo decir con seguridad que cada estación tiene algo propio. En el caso del otoño, el momiji es lo que lo define. El momiji (紅葉) es como se conoce a las hojas rojas de otoño, aunque tengo que aclarar que realmente es el nombre del arce japonés. El nombre real de las hojas rojas de otoño es kôyô, que hace referencia a las hojas rojas en general y no solo a las del

Shibazakura matsuri

En la Golden Week, la peor semana para viajar por Japón, debido a que todo el mundo aprovecha las vacaciones para hacerlo, mi amiga Nanami me invitó a ir junto con otras amigas a ver un evento llamado Shibazakura matsuri en Kawaguchiko, los famosos lagos cerca del monte Fuji. Después de investigar un poco por internet como era el asunto, me apunté sin pensármelo. Me acerqué a la estación más cercana de JR y fui a la Midori madoguchi, donde pude comprar mis billetes de tren. Llegado el día, aunque fuimos con tiempo y nos pusimos en la cola del tren desde la estación de Shinjuku donde quedamos, fue imposible conseguir un asiento debido a la cantidad de gente que viaja en estos días. Motivo #1 para no viajar en por Japón en la Golden Week: Hay mucha gente por todos lados. Como teníamos que cambiar de tren para llegar hasta la estación de Kawaguchiko teníamos la esperanza de que pudiésemos sentarnos entonces. Ilusos de nosotros, acabamos metiéndonos en otro tren donde casi no podíamos ni movernos de lo lleno que estaba. Eso era la pura definición de 満員電車 (man’in densha). Vamos, un tren petado. Motivo #2 para no viajar

Mitama matsuri II

Como comentaba el otro día, cuando fui al Mitama matsuri en el templo Yasukuni, fui exclusivamente a hacer fotos, con todo el equipo y demás parafernalia, con lo cual siempre es un poco pesado pero me gusta pensar que al final merece la pena por el resultado. El caso es que al ir a hacer fotos, iba solo, sin haber quedado con nadie y aún así, fue un día con una gran actividad social, y eso es lo que quiero contar hoy (véase el tono de la entrada con fotos en blanco y negro :P) Generalmente, una de las cosas que suelo decir aquí en Japón es que (siempre basado en mi experiencia personal), imagino que por ser una ciudad grande, la gente va a lo suyo y no es fácil relacionarse con desconocidos de buenas a primeras (salvo eventos, fiestas y contadas ocasiones)… Pero este día me pasó algo curioso. Pese a que no era la persona más accesible del mundo por ir cargado con: la cámara, la bolsa de la cámara donde guardo el otro objetivo, la funda del 70-200 colgada del cinturón y el trípode… se acercó a hablar conmigo bastante gente. Con la excusa de que