Vestigios del pasado

A veces una fotografía llama más la atención cuando sólo se deja ver parte del sujeto. Esto hace que la persona que mira la fotografía no diga «sí, es un coche chulo» y pase a la siguiente fotografía, sino que se quede pensando por un momento qué es lo que puede ser. Aunque sólo sean unas décimas más de segundo lo que conseguimos captar más atención de estas personas, merece la pena. Bueno, pues en esta ocasión la fotografía es un primer plano de una rueda que pertenece a una de esas máquinas que se usaban antiguamente para remolcar los barcos. Fue vista en el paseo marítimo de Lloret del Mar, en Girona, y la foto me gustó por el detalle captado y la textura de la pintura de la rueda en primer plano. Y como casi siempre, el blanco y negro es de alto contraste, con sus sombras empastadas y sus blancos quemados, donde hace falta ;)

Detalles y texturas

En estos días próximos varias de las entradas serán de la categoría de detalles, por dos motivos principalmente: He vuelto a hacer fotografía de detalles, como pensé hace tiempo que debería volver. Me voy de viaje y estas fotos sueltas me van a servir para dejar entradas programadas para los días que no esté ;) Además, como ya he dicho en más de una ocasión, las texturas que ofrecen algunas paredes me gustan mucho y acompañado con algo más que le de algo de viveza a la foto, pues puede quedar bien. En este caso opté por rellenar el tercio superior con las enredaderas de la pared, y además procesé la foto de manera acusada en los contrastes de la pared, para darle un efecto más duro.

Sumimasen 「すみません」

Sumimasen 「すみません」, o lo que es lo mismo, «perdone» en japonés, es la forma más fácil de empezar a preguntarle a una persona si se le puede hacer una foto. Como ya dije a principios de año, me propuse llevar a cabo un proyecto personal consistente en hacer fotografías de miradas y, hacerlo con los desconocidos al principio no es fácil. Como a muchos de los fotógrafos les pasa, al principio da corte el hacer fotos a desconocidos, o pedírselas, ya que te pueden decir que no, o se pueden molestar. Pero hay que ir con la mentalidad de que el «no» ya se tiene y no hay nada que perder. Bueno sí, la vergüenza ;) Y gran parte de este proyecto trata de eso, de sortear estos inconvenientes y tener el valor de hacer fotos a desconocidos. En este caso, me costó varias estaciones de metro antes de ser capaz de dirigirme a dos chicas japonesas que venían conmigo desde el aeropuerto, y la verdad es que me ayudó el hecho de tener una conversación en japonés… ¿curioso verdad? Pues eso, después de hacer las típicas preguntas de rigor… どこから? / 三年前私は日本に行きました / 難しい日本語をわかりません。。。 y demás, pues ya se

Fotografiando con velocidades bajas

Una de las ideas que tenía desde hace tiempo para una sesión de fotos era hacerla al atardecer para intentar captar los colores del cielo cambiando de tonos azules a rojizos. Además para la localización me encontré con un parque que tenía una fuente/estanque curioso y que se iluminaba a partir de que saliesen los últimos rayos de luz. Esto significa que, siendo al atardecer, la luz será muy baja, y habrá que subir la ISO y hacer las fotos con unas velocidades de obturación bastantes bajas. Pero, ¿a qué llamo una velocidad baja? Pues, el otro día, leyendo un poco sobre las cámaras Lomo, éstas indicaban mediante el parpadeo de una lucecita, que había una velocidad baja cuando el tiempo era inferior a 1/60 segundos. Ésto depende también de la distancia focal que usemos, que puede trepidar la foto, pero también del movimiento del sujeto (porque se mueva mientras se hace la foto). Así, podemos pensar que menos de 1/60 segundos es una velocidad baja. Para que os hagáis una idea, yo disparaba a 1/8 segundos (8 veces menos de luz que a 1/60) en esta sesión… El por qué de usar esa velocidad es: Para captar la luz

Miradas felinas

Cuando fuimos a Peña Escrita, en Almuñecar (Granada), también vimos algunos animalitos en el parque. Estaban en cautividad, en unas rejas cuya altura no se podía sortear para hacer la foto. Para hacer fotos en estas condiciones siempre podemos intentar pegar el objetivo lo más que podamos a las rejas, utilizar la máxima distancia focal disponible y abrir el obturador al máximo. Con ello conseguimos desenfocar las rejas todo lo que el objetivo permita, haciendo que salgan lo menos posible. Estas fotos están hechas con el 24-70 de Canon, a 70 mm y a f/2.8 de apertura Pero el hecho de que estén en cautividad no significa que la foto vaya a ser fácil de hacer, ya que estos animales no suelen estarse quietos, y hay que utilizar unas velocidades de obturación muy altas (como mínimo 1/200). Además, el mayor obstáculo será conseguir un buen encuadre por culpa de las rejas, ya que es muy fácil que salgan en la foto haciendo que no queden como quisiéramos. Al final, entre encuadre y expresiones de los animales, sólo me quedé con estas dos fotos que veis y en mi opinión, tampoco son una maravilla, pero ahí quedan de recuerdo.

Tejados

Es curioso como el aspecto de algo puede variar desde según donde lo mires. Aquí, el aspecto de un pueblo como Blanes varía si lo miras por encima. Parece como más antiguo o descuidado si te fijas en sus tejados en vez de caminar por sus calles. Además, lleva un procesado suave, que no es blanco y negro como suele gustarme, pero tiene un desaturado y un viñeteado para acrecentar la sensación de rústico o antiguo que tiene la foto. Quizás podría haber ganado algo más con un tinte de algún color, pero preferí dejarlo así para no retocar mucho. Como ya dije en alguna ocasión, no me gusta retocar demasiado mis fotos ;)

Al que madruga…

Y es que esto es lo que se ve desde la terraza de mi casa antes de que sean las 8 de la mañana… De vez en cuanto merece la pena despertarse temprano no? ;) La foto es una panorámica a partir de 3 ó 4 fotos tomadas a pulso resultando en una imagen de 15.530 x 5.190 píxeles. Y pensando que veréis varias fotos así por aquí (panorámicas), con esta entrada creo la sección propia para ellas: Panorámicas, donde pondré no las fotos en formato panorámico (que pueden ser recortadas simplemente), sino las que están compuestas de varias fotografías unidas.

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Cuando vas por la calle, a veces ves cosas que te llaman la atención. En este caso, estaba en el Born caminando con mi amiga Coco cuando me fijé en que en un callejón oscuro resaltaba un elemento colorido. Y mientras ella se acercaba a ver algo al final de la calle, yo hacía la foto de este lugar que parecía tener una atmósfera un tanto misteriosa, lúgubre. Y curiosamente, con el balance de blancos en automático, el color verduzco que tomó el lugar, seguramente confundido por el letrero rosa en el cálculo de la medición, me gustó mucho y le pegaba al ambiente que había en mi cabeza. Y éste es el resultado.