Nakano nevado
Hacía tiempo que no nevaba en Tōkyō como lo ha vuelto a hacer. La nieve caída la semana pasada consiguió recordarnos a muchos la que pudimos ver en 2014, aunque sin llegar a igualarla. Mucho menos la de 2013. Y es que cuando llegué a Japón y me encontré que a las dos semanas cayó una nevada brutal, y al año siguiente lo mismo, ya me pensaba que cada año sería igual, pero no fue así. Excepto contadas excepciones como el año pasado (2017), donde hubo una nevada rara y temprana en Noviembre, pero que no llegó a cuajar y luego no volvió a verse blanco, no he visto nevar de verdad de nuevo en Tōkyō. Y este año también pinta de quedar como anecdótico, aunque aún hoy, más de una semana después de la nevada, sigue quedando algo de nieve que sobrevive en la ciudad. Porque hace un frío del carajo. El caso es que no había visto la nieve nunca en mi barrio, el cual como ya sabréis tiene una estética que me encanta, y por ello lo he retratado en diversas ocasiones. Y ésta era la oportunidad perfecta para hacerlo. Ese día era laborable pero, por la