La Geisha I

No elegimos ser geishas para perseguir nuestro destino, elegimos ser geishas porque no tenemos elección. Actulizando información en la entrada gracias a la compañía de @danjuro en el Comiket, a lo que vi en el Comiket y al comentario de @flapy, aclarar que la chica de las fotos va caracterizada de oiran, y no de geishas. Es decir, las prostitutas del antiguo Edo como se puede observar por el kimono abierto, sus colores y por tenerlo hacia afuera. Además, gracias a un apunte de @japangaijin me he enterado que esta chica, es Konno Anna (今野杏南), una idol japonesa principalmente conocida por sus apariciones como modelo profesional de revistas de gravure *guiño* *guiño*

12 meses

No me termina de gustar el publicar en un domingo, pero hoy es un poco especial. Hoy hace un año que llegué a Japón, por lo que algo tenía que decir por aquí, ¿no? Como es una fecha un poco especial, he pensado que podría completar con algunos puntos el listado que hice a los seis meses de llegar aquí, sobre cosas que voy encontrando acerca de Japón… Ya que no voy a repetir los puntos de a otra vez, echadle un vistazo al listado anterior para verlos todos, porque aparte de esos, no he visto muchas más cosas nuevas que añadir, pero bueno, allá van: Como dije aquí cuando en una de las veces que fui a Enoshima, me regalaron un pase diario para el Enoden porque ya no lo iban a usar más, ahorrándome lo que vale, que no es poco. Esa acción es digna de un másmola para esta lista. Desde hace un tiempo, cuando paseo por la calle y me voy cruzando con personas, algunas veces me gusta mirara la cara, a sus ojos. Aquí en Japón, antes incluso de que haya ningún contacto visual, como si lo intuyeran o por ser extranjero, hacen como que miran para

Touch

Tacto, recuerdo el tacto Las imágenes vienen con el tacto Un pintor en mi mente Dime lo que ves Un turista en un sueño Parece un visitante Una canción medio olvidada ¿A dónde pertenezco? Dime lo que ves Necesito algo más ¡Un beso! Me siento vivo de repente Llega la felicidad El deseo es como una tormenta ¿Con qué empiezo? Una habitación dentro de una habitación Una puerta tras una puerta Tacto, ¿dónde me llevas? Necesito algo más Dime lo que ves Necesito algo más Tacto, dulce tacto Me has dado mucho que sentir Dulce tacto Casi me has convencido de que soy real Necesito algo más Necesito algo más…  

En la noche de Odaiba

Brisa nocturna que acaricia la piel. Tranquilidad absoluta en el caos de la gran ciudad. Sonrisa cómplice en la bahía de Tokyo. Deslumbrado en la oscuridad de la noche. Una vida en un instante. Y aún así, no hay nada…

Mitama matsuri II

Como comentaba el otro día, cuando fui al Mitama matsuri en el templo Yasukuni, fui exclusivamente a hacer fotos, con todo el equipo y demás parafernalia, con lo cual siempre es un poco pesado pero me gusta pensar que al final merece la pena por el resultado. El caso es que al ir a hacer fotos, iba solo, sin haber quedado con nadie y aún así, fue un día con una gran actividad social, y eso es lo que quiero contar hoy (véase el tono de la entrada con fotos en blanco y negro :P) Generalmente, una de las cosas que suelo decir aquí en Japón es que (siempre basado en mi experiencia personal), imagino que por ser una ciudad grande, la gente va a lo suyo y no es fácil relacionarse con desconocidos de buenas a primeras (salvo eventos, fiestas y contadas ocasiones)… Pero este día me pasó algo curioso. Pese a que no era la persona más accesible del mundo por ir cargado con: la cámara, la bolsa de la cámara donde guardo el otro objetivo, la funda del 70-200 colgada del cinturón y el trípode… se acercó a hablar conmigo bastante gente. Con la excusa de que

El Monte Takao

El frondoso monte Takao es una de las zonas naturales más cercanas a Tôkyô, y nuestra mejor opción si queremos salir de la gran urbe para encontrarnos con un poco de verde para cambiar la rutina. Se encuentra a menos de una hora y 370¥ desde la estación de Shinjuku por la linea Keio, con lo que es muy fácil ir cualquier fin de semana que nos sintamos con ganas de hacer un poco de senderismo. La cima está a 599 metros por encima del nivel del mar y cuenta con varias rutas para explorar, además de un teleférico y telesillas para subir la mayor parte si no tenemos muchas energías ese día. Si optamos por subir andando, se tarda aproximadamente una hora y media desde la estación (Takaosanguchi – 高尾山口駅) hasta la cima. Por lo contrario si optamos por los medios mecánicos, se tarda la mitad, unos 45 minutos. Sobra decir que cuando yo fui, elegimos patear un poco, que para eso salimos de la ciudad! En este caso, el paisaje más común que nos encontraremos será el de un camino con muuuchas escaleras, y árboles gigantes con impresionantes raíces que nos llamarán la atención pero no tardaremos en acostumbrarnos

Vida en Ameyoko (アメ横)

Al lado de las vías de la Línea Yamanote entre las paradas de Okachimachi y Ueno hay una calle comercial bastante viva llamada Ameyoko (アメ横), cuyo nombre no es más que la forma corta de referirse a Ameya Yokocho (el callejón de las tiendas de dulces) ya que tradicionalmente se vendían ahí. Además, Ame puede referirse a América (Estados Unidos), y en este lugar se podían encontrar muchos productos procedentes de ahí en los años siguientes a la Segunda Guerra Mundial, pero en forma de mercado negro. Actualmente esta calle es famosa por los buenos precios que se pueden encontrar en sus tiendas. Pero hoy, en vez de hablar de lo que es esta calle, quería hablar de cómo es. Y como ya estáis viendo tras la segunda foto, además de ser una zona comercial, es una zona de bares, izakayas y sobre todo puestos de yakitori con mesas puestas fueras de los locales, en la calle, al más puro estilo español. ¿Y por qué esto me llama la atención como para hablar de ello aquí? Primero, porque no es tan frecuente ver este panorama aquí en Tôkyô. Los izakayas suelen estar siempre dentro de los locales. Sin embargo aquí,

Instant Crush

No quise ser el que se olvidaría Pensé en todas las cosas de las que nunca me arrepentiría Un poco de tiempo contigo es todo lo que tengo Y es todo lo que necesitamos porque es lo que todo podemos conseguir Quiero llevarte a ese lugar en el Límite de Roche Pero nadie nos deja tiempo ya